«¡Dacapo fino la coda!», ordenó mi maestro. Del principio hasta el final… Mi allegreto era demasiado rápido y no me detenía cuando el tacet exigía silencio. Mis dedos sobre el piano recorrían el teclado como si fueran perseguidos por Satanás. «¡¡Andante!!», repetía y se exasperaba cuando yo optaba por prestissimo. Siempre he vivido así, en … Sigue leyendo Micro: Adagios nostálgicos
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