A medianoche partió a toda prisa, se patinó con la moqueta de terciopelo y dio tumbos por los escalones. El príncipe, que desde el balcón presenció la aparatosa caída, horrorizado, pidió cambio de escena. Le recomendaron La bella durmiente porque la dama yacía inerte. Pero equivocaron la dosis del somnífero y la princesa no despertó a tiempo. Blanca Nieves se atragantó con la manzana… Cada intento terminaba en un estropicio.
«El amor no es perfecto ni sigue fórmulas ―le habló su hada madrina―; abre tu corazón». Así, cuando recrearon Caperucita, se enamoró del lobo…
…Y vivieron felices para siempre.
Escribe tu micro en cincopalabras.com: PRISA – TERCIOPELO – BALCÓN – CAÍDA – ESTROPICIO

Todo encaja en perfecto equilibrio.
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Hola, Joiel. Gracias por tu apreciación. La versión inicial decía «Así, cuando recrearon Blanca Nieves, se enamoró de un enano». Inmediatamente pensé en ti, ja, ja! No porque seas un enano (no tengo la menor idea de cuanto mides), sino porque es tu marca personal. Lo cambié a «lobo» porque me pareció más sexi para un príncipe (qué se yo…), aunque estoy segura de que vas a defender el atractivo de tu personaje estrella. Saludos!
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Lastimosamente no pertenezco al pueblo de la gente pequeña, ya me gustaría. Obviamente, si tuviera que elegir entre un lobo y un enano elijo al ser supremo, culminación de la experiencia humana, capricho de Dios. Los aúllan porque hay enanos en la luna.
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Me sumo al comentario del genio inmortal Joiel. Esta semana no lo voy a intentar, me temo que es una combinación de palabras muy caprichosa y el resultado sería muy bizarro.
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Ni te cuento las de esta semana: IMPECABILIDAD – CONSCIENCIA – INVISIBLE – SILENCIOSO – FRATERNIDAD. Pero te aseguro que es cuando las cosas más creativas salen. Lo posteo prontito. Gracias por pasarte!
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El amor nos permite ofrecer lo mejor en cada momento. Y a un lobo? Un saludo.
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Hola, Carlos, gracias por comentar. Hay gente que ama a sus mascotas y otros se dedican a cuidar animales o salvarlos de la extinción, de los cazadores… Admito que es un final raro, poco común en mis mini cuentos realistas, pero en este caso el lobo no es literal. El príncipe se enamoró del actor que hacía de lobo en esas representaciones que él fomentaba para encontrar amor. Con un límite de cien palabras, no pude dar más detalles. 😁Los estereotipos también están muy difundidos, no? Un lobo es de terror… Saludos, 😊
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Es cierto cien palabras es un escaso límite, eso del amor resulta muy constitucional, pues aunque no distingue entre rasgos raciales, géneros, edades o estado civil. Ignoro porque actualmente la abuelita recibe menos proposiciones. Un abrazo.
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En este caso, es un tema de orientación sexual, por eso no funcionaba con las hermosas princesas.
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muy bueno!!!
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Final perfecto, me ha gustado mucho 🙂
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Gracias, Coremi. ☺
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¡Viva el amor libre!😂😂😂
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¡Amemos sin fórmulas ni tradiciones! Gracias, Aurora. Como decía mi abuelita: Siempre hay un roto para un descosido.
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Hola Paula, te paso link, Gracias Juan
https://masticadoreslatinos.wordpress.com/2023/03/15/cuentos-de-hada-by-paula-emmerich/
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Mil gracias, Juan. ☺
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