Micro: El fantasma de la basílica

El organista, desconcertado, inspeccionó el secreto. La Violeta sonaba con un timbre estridente y los cilindros vibraban sin la acción del pedalero o del registro. Cuando una Quintadena retumbante despertó al sacristán durante la noche, sospecharon la presencia de un espectro…

Entre rezos y agua bendita, los técnicos revisaron los fuelles y cada pipa. No encontraron defecto alguno, pero sí huellas de un ratón travieso que abría las válvulas y salía disparado por el aire. Así lo afirman los testigos.

Hoy, la milagrosa criatura sigue apareciendo, volando sobre los tubos, pero solo ante creyentes afligidos que necesitan cómico consuelo.

Nota 1: La siguiente foto fue tomada por un feligrés, quien dice que ha captado a la milagrosa criatura in fraganti. Si la puedes ver, eres unos de los elegidos del Señor y recibirás muchas bendiciones. Si no la puedes ver…, haz zoom. Dios te quiere igual.

Fuente: Feligrés de Pixabay

Nota 2: Esta entrada corresponde a mi contribución en cincopalabras.com. Esta semana las palabras fueron dadas por el organista Román Clemente Magán, quien escogió cinco palabras vinculadas con su arte: Secreto – Violeta – Pedalero – Registro – Quintadena.

Me ha costado encontrar las definiciones exactas, pero aquí mi interpretación de cómo funciona un órgano. En la base, encontramos una caja de madera llamada el secreto, donde se colocan los tubos o pipas. El sonido depende de si estos son de metal o de madera, de la dimensión y longitud, y del tipo de corte que llevan en la parte inferior. El viento que hace vibrar los tubos se propulsa abriendo y cerrando válvulas manejadas con las teclas del manual (para las manos) y el pedalero (para los pies, obvio). Con ambos teclados se escogen los tubos que producirán las notas. Un registro es un dispositivo adicional que controla el aire en un grupo similar de tubos, los que llevan nombre, por ejemplo, la Violeta y la Quintadena. El aire, en los instrumentos modernos, es producido por un motor y es conservado en los arcones de aire. Los fuelles y otros mecanismos regulan la salida del aire. Algo así, je je. ¡Fin a la clase de música!

18 comentarios sobre “Micro: El fantasma de la basílica

    1. Ja , ja no puedo creer que no veas al ratón. Es una caricatura bastante grande en la parte superior derecha. No importa, Dios te quiere igual!
      Un órgano es complicadísimo. Me costó encontrar definiciones consistentes para el «registro», así que puse mi mejor interpretación (en resumen). Hay páginas de páginas… Imagínate lo complicado que es tocarlo. Yo pensé que era como un piano, ja ja

      Le gusta a 1 persona

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