Me eché sobre la paja y soñé con la peña de la soleá. Contemplaba a la bella Almudena de ojos pardos cuando se apareció mi mujer y se sentó a la mesa: «Cariño, ¿qué haces?». Encandilado con las curvas de mi bailaora, no hice caso. Mi mujer se levantó furiosa y tomó la jarra de sangría: «¡¿Qué haces, zángano?!». Tremendo cubo de agua me cayó por la cabeza y me puse a rebuscar las aceitunas de inmediato. Mejor me aparezco en el charnaque con un ramo de claveles. Dios me salve si, cuando duermo, proclamo el nombre de la gitana…
Escribe tu micro en cincopalabras.com:
SOLEÁ – CARIÑO – REBUSCAR – CHARNAQUE – CLAVELES
Nota: Esta vez tuve que estudiar el significado de algunas de las palabras para hacerle justicia al desafío. soleá: música/baile flamenco; rebuscar: recoger lo que queda en el suelo después de la cosecha; charnaque: choza ¡Que no me acusen de apropiación cultural que es un goce aprender palabras tan sonantes!

Dejarse llevar por la pasión es peligroso pero inevitable, bien lo saben los cementerios.
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ja, ja… Muy cierto. (El flamenco es en particular un arte muy peligroso).
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Espléndido relato y Olé 😉
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Muy divertido. Menos mal que la mujer no le taconeó sobre el cuerpo por bulerías! Un placer leerte. Un abrazo fuerte, adelante!
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Muchas gracias!
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Me ha encantado Paula. Cada día, descubriendo un poco más…
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