La implicación de vivir enchufado al teléfono es que te expones a sufrir accidentes vergonzosos o fatales…
Advertí que el taxi se había desviado del camino habitual cuando nos detuvimos en un páramo oscuro. ¡Clic!: el sonido del martillo de un revólver en mi sien.
Agradezco que el resultado no fue más que un ego abochornado: me abandonó desnudo en la ruta. La impresión no me la quito, especialmente cuando hizo ese gesto de mofa: tomó mi teléfono, se lo pegó a la cara y puso ojos de zombi. ¡Se estaba burlando!
Lección aprendida, honorable asaltador…
Contribución en cincopalabras.com:
IMPLICACIÓN
CAMINO
SONIDO
RESULTADO
GESTO
LLamada perdida, alma también.
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En efecto, nuestras almas están muy perdidas con el dichoso aparatito. Saludos, Joiel!
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Una inolvidable lección, sin duda. Pero vamos, ¡cuánto cuesta desapegarse del aparato! Y eso que llevo vividas siete décadas. ¡Cómo será para los más jóvenes…! Claro que sirve, es indudable, pero como todo, es conveniente usarlo con criterio.
Es un agrado leerte, Paula.
¡Un abrazo!
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Gracias, Saricarmen. Es un gusto leerte también. A ver si nos despegamos del aparatito y escribimos y vivimos más, no? 😀
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Esclavos de los móviles hay a miles. Buena lección. Un abrazo.
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En efecto, son esclavizantes! Muchos saludos.
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