My octopus teacher (Lo que el pulpo me enseñó, en español) es un documental acerca de un cineasta, Craig Foster, que en el medio de una crisis personal y de creatividad, decide tomárselo con calma. Empieza a bucear en una ensenada de bosques submarinos, en un lugar llamado Bahía Falsa (False Bay) en Sudáfrica, no muy lejos de Cape Town. Poco a poco, se aclimata al frío océano y empieza a documentar su experiencia bajo el agua a diario, buceando a pulmón. Para él era muy importante explorar este mundo submarino de la forma más natural posible, así que prescinde de los equipos de oxígeno. Se sumerge, bucea como un anfibio y emerge para respirar.
Un día descubre a una criatura extraña; a simple vista no puede identificar qué es porque está cubierta de conchas y algas marinas de una manera estrambótica. Detrás del camuflaje, emerge un pulpo hembra. Sorprendido por su creatividad, el cineasta empieza a seguirla…
Más que una clase de biología marina, es una narración personal acerca de cómo evoluciona esta relación y de cómo el cineasta recupera el equilibrio en la vida aprendiendo de su peculiar maestra. La relación se vuelve casi humana por la gran sensibilidad de la criatura: esta se va acostumbrando a la presencia humana y, curiosa, empieza a comunicarse a través del contacto físico y el juego. Tanto el protagonista como el espectador del documental terminarán encariñándose con el pulpo y seguirán con asombro su trayectoria en la vida.
Además de que el paisaje es bellísimo y, para los que no buceamos, una oportunidad de ver un espectáculo submarino maravilloso, tienes la oportunidad de aprender acerca de la extraordinaria inteligencia de esta criatura. Me ha impactado la gran capacidad para aprender del molusco, que va probando nuevas estrategias de supervivencia hasta que encuentra la que le da resultado.
Te invito a que veas este hermoso documental. Sentirás el poder inigualable de la naturaleza. A ver qué ideas extraes tú, las lecciones pueden ser muchas… A mí me quedó claro que si fuéramos humanos más humildes y aceptáramos nuestra verdadera naturaleza ―no somos los dueños de este milagroso planeta, sino una criatura más―, focalizaríamos nuestras energías en proteger nuestro hogar, la Tierra, y en disfrutar de sus maravillas en armonía con los demás hombres y en justo equilibrio con la naturaleza.
El documental ha recibido un Óscar, entre otros premios. Lo están pasando en Netflix.

Los pulpos eran criaturas que daban pavor en mis lecturas de niño. Parece una estupenda ocasión para reconciliarse con ellos. Bella entrada. Saludos 🙂
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Interesante.
Yo ahora ya no me los puedo comer, ja ja
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Paula, me encanta leerte. Aprovecho de agradecer que te hayas suscrito a mi blog, aunque por más de un motivo he estado demasiado ausente para publicar, leer o comentar.
Fíjate que me propuse ver Lo que el pulpo me enseñó después de conocer sobre los premios Óscar. Sin embargo, al momento de elegir qué ver termino optando por otra. Pero ahora, luego de leer todo lo que comentas, se me ha despertado el deseo.
¡Un abrazo!
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Hola, Saricarmen, muchas gracias por tu comentario y por leer. Con respecto a la frecuencia de publicación, yo pensé primero que era conveniente publicar todas las semanas, pero termino atosigando a la gente y publicar a la apurada no es bueno. Lo mismo ocurre con la interacción. No se puede estar leyendo todo el tiempo. Uno tiene otras ocupaciones, así que es preferible encontrar un ritmo natural y placentero, una frecuencia que te permita balancear actividades y no se sienta como una obligación. Yo encuentro que publicar entre 10 a 14 días (o más) es suficiente, e interactuar espontáneamente.
Con el documental del pulpo, a mí me pasó igual, como que el título no me llamaba la atención, pero qué sorpresa al final. Espero que te guste.
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Qué bien analizas lo de publicar y leer, es necesario encontrar ese ritmo natural y placentero, como lo defines. De lo contrario, se transforma en un lastre.
Pronto veré el documental, gracias a ti. También tengo pendiente la lectura de un libro de Yuval Noah Harari: «De animales a dioses», que me regaló uno de mis hijos. Se trata de un cuestionamiento sobre todo lo que sabemos sobre el ser humano. Soy más fan de las novelas, creo que eso me ha frenado el deseo de leerlo.
¡Un abrazo desde tierra chilenas!
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